La metalización se usa en estructuras donde el mantenimiento es particularmente difícil o donde las condiciones de operación son particularmente severas. Cada proceso involucra diferentes tipos y tamaños de partículas con concentraciones de polvo variables ya que pueden ser explosivas y/o inflamables. El potencial de incendio y explosión es muy real, por lo que requiere una ventilación adecuada y medidas ATEX adecuadas.
Según los diversos tipos de aplicaciones de metalización y sus efectos en el funcionamiento de los colectores de polvo, es importante identificar la aplicación de metalización específica.
La metalización es el proceso anticorrosión más avanzado y costoso. Requiere un alto nivel de arenado y una rugosidad adecuada al espesor a aplicar. Sobre la superficie tratada, el metal fundido de un arco eléctrico se rocía con aire comprimido. El metal utilizado es un alambre de tamaño y composición adecuados (Zinc/Aleaciones de Zinc/Aluminio/Aleaciones de Aluminio/(Magnesio)/Hierro…). CAMIT, según el tipo de sistema de pulverización utilizado con capacidad horaria y tipo de alambre, calcula un caudal óptimo de aire filtrado.
La cantidad total de aire aspirado es suficiente para garantizar que los polvos de metalización no se dispersen libremente en el ambiente, sino que sean capturados por el flujo de aire aspirado para la filtración. No es despreciable la consecución de una forma más segura de operar para el operador, para el medio ambiente y para el personal operativo en las inmediaciones de la planta, salvaguardando la salud de los operadores de acuerdo y en cumplimiento de la normativa vigente en materia de medio ambiente de trabajo.